viernes, 12 de mayo de 2017

(311) Entrevistas profesores

     Al final de bachillerato, cada alumno se ve obligado a elegir qué hacer con su vida futura. Quien elige estudiar una carrera se ve desbordado ante la ingente oferta de estudios, la cual aparece las más veces sin explicar, de forma que no se sabe muy bien en qué consiste cada carrera. Entre todas las opciones está la de estudiar matemáticas, carrera a menudo incomprendida y denostada, vista como una elección extraña, si bien el número de quienes se decantan por ella parece estar en aumento.
     Con esta entrada presentamos las razones que llevaron a varios profesores de matemáticas de la universidad de Valladolid a escoger esta carrera, así como consejos que estos dan para quien se esté planteando hacerlo.

El profesor Severo Ochoa en 1959
     El primer profesor que cede su historia es Jesús Domínguez, quien movido por la entrega del premio Nobel de fisiología y medicina a al científico español Severo Ochoa se plantea estudiar química, afortunadamente para este artículo un profesor de matemáticas magnifico se cruza en su camino para darle clase durante bachillerato. Es entonces cuando su deseo por las matemáticas y por la docencia de estas se vuelve evidente y decide estudiar la carrera.
     Cabe explicar, antes de seguir, que la carrera en la época en que estudió era bien distinta (terminó de estudiarla en 1977). Existía un primer año genérico para todas las carreras científicas y técnicas, en las que se estudiaban diversas ciencias, como biología, física o matemáticas. De  esta forma el alumno podía asegurarse de si su carrera era la apropiada para él antes de proseguir sus estudios. En cursos superiores, que ya se centraban en matemáticas, se impartían unos estudios orientados hacia la docencia, profundizando en los fundamentos y “machacando” cada concepto. Ahora mismo esos fundamentos se han aligerado para dejar paso a enseñar conceptos más prácticos, estando así la carrera más orientada hacia resolver problemas y no tanto hacia la docencia.
     Como consejo para quien se vea tentado de estudiar matemáticas;  lo mejor de esta es la belleza de los razonamientos abstractos y los resultados contundentes y absolutos. Es, de hecho, la única ciencia en que se puede estar seguro de que las cosas son como pensamos que son. Un físico nunca podrá decir que un átomo es de una cierta forma, sino que podría ser de una determinada y que los procesos conocidos cuadran con ese sistema. Al mismo tiempo la física es un estudio más directo de la naturaleza, y si eso es lo que se busca tal vez sea mejor opción. Las matemáticas reservan su fijación en la naturaleza para ver qué área necesita estudio.

      La segunda persona es Javier Sanz Gil. El suyo es un caso un tanto distinto a los demás; si bien siempre le gustaron las matemáticas no había razones de peso que le motivasen a estudiar esa carrera, cuando tuvo que hacer la elección no había, como ahora, programas para darle publicidad; además esta se veía como destino exclusivo para profesores. En su lugar la ingeniería estaba de moda, y movido por los consejos de la gente de su entorno se decide a estudiarla.
     Desde el primer curso se encuentra dificultades para seguir las asignaturas, especialmente las de física, y sin embargo disfruta de las de Matemáticas apreciando los razonamientos y procedimientos rigurosos, así como la resolución de problemas. Por no rendirse nada más empezar aguanta un curso más, y en su segundo año de ingeniería ve claro que no es su carrera.
      A quien se plantee estudiar matemáticas  le dice que es una carrera que requiere que le gusten las matemáticas, disfrutar con los razonamientos abstractos. No basta con que vaya a gustarte un empleo que se vaya a conseguir con estos estudios, tienen que gustarle ahora.


      Nuestra siguiente persona es Ana Nuñez. Como en los casos anteriores siempre tuvo vocación por las matemáticas y la enseñanza. Sin embargo,a pesar de haber entendido siempre las matemáticas considera que esta carrera puede ser demasiado difícil para ella y se plantea estudiar química, es entonces cuando su padre (el cual era químico) le convence para estudiar matemáticas.
Entrega de la medalla Field a Maryam Mirzakhani
     En cuanto a la parte sobre las dudas sobre su capacidad para hacer Matemáticas conviene hacer un inciso. Existía hace años una tendencia de desprestigiar las aptitudes, científicas en general y matemáticas en particular, de las mujeres. Hoy en día, tristemente, esa tendencia permanece (si bien algo aminorada), provocando una gran falta de confianza en muchas de estas. Por supuesto esta tendencia es absurda, siendo que ha habido muchas mujeres a lo largo de la historia que han sido grandes matemáticas. Dejamos a continuación un enlace para ejemplificar esto:  https://www.um.es/docencia/pherrero/mathis/mujeres/mujer.htm
     Para quien se plantee estudiar matemáticas, aparte de como ya se ha dicho no dejarse amedrentar por quien diga que es muy difícil (y más si se dice por ser mujer quien se lo plantee),  y aunque pueda parecer (sin serlo) contradictorio, es una carrera difícil, la cual requiere que te guste la materia.
     A parte de todas las oportunidades laborales que brinda, lo más destacable es la forma de pensar que desarrolla, la cual hace difícil engañar a un matemático. Además, incluso trabajando en una empresa, con un uso limitado de las matemáticas, la forma de pensar y plantear problemas es algo que se aprecia mucho.

     Presentamos al último profesor: Cesáreo Jesús González Fernandez.
     Le empezaron a gustar las matemáticas con 4 años, y con 5 ya sabía hacer divisiones de dos cifras. Desde entonces siempre supo que eso era lo que quería para mí, salvo un pequeño periodo a los 14 años. Por esa época le dio por la filosofía. Leyendo un par de libros de Rusell, se dió cuenta de que la lógica y las matemáticas eran muy parecidas.
     Nunca trabajó fuera de la universidad, cuando acabó la carrera no había trabajo para un matemático en empresas españolas, y aunque pudo haberse ido al extranjero no se lanzó a hacerlo.
     También nos cuenta que el mundo laboral ha cambiado notablemente, en su época la carrera estaba destinada casi exclusivamente hacia la docencia, mientras que ahora solo el 30% se dedica a ella y el resto va a empresas.


     Y hasta aquí se extiende este artículo. Esperamos que sea útil a quien lo leyere para darle una idea sobre cómo es la carrera y sobre porque estudiar matemáticas.


Diego Munuera Merayo y Laura Martin Martin.