Primera portada del TBO |
No se si será arriesgado decir que todos los que leemos empezamos a hacerlo por nuestra cuenta no en páginas únicamente con texto (los primeros cuentos infantiles era más bien algo que nos leían) sino en historias con
viñetas, que en la época en que yo empecé a enfrentarme con ellas recibían el nombre genérico de tebeos. De
hecho, este nombre genérico viene de una publicación
concreta, el TBO, que empezó a publicarse en 1917 (no equivocarse, no fue entonces cuando yo lo leía; duró muchos años, y los tebeos que yo recuerdo más eran el Tío Vivo, el Pulgarcito o el Mortadelo). En aquella época uno tenía la sensación de que todas las historias con viñetas, al igual que todas las películas de dibujos animados, eran infantiles y a los adultos esas cosas no les interesaban.
Portada del primer número del capitán Trueno |
Pero seguimos creciendo y descubrimos que, al igual que pasa con las películas de animación también las historias con viñetas (las historietas, que es otra forma de llamarlas) podían tratar asuntos serios y profundos. Ahora parece que llamarlas tebeos o historietas es infantilizarlas y llamarlas cómics es frivolizarlas así que nos encontramos que se las llama novelas gráficas. Pero con ese nombre, o con cualquier otro que queramos usar, lo importante es que no se arrugan ante las dificultades y tratan temas como el holocausto (Maus), la vida de la mujer en los países árabes (Persepolis) o la vida en las residencias de ancianos (Arrugas). Tres novelas gráficas, por citar algunas, muy recomendables. Las dos últimas llevadas al cine en dibujos animados (aquí debajo tenéis los trailers de las dos películas), la última (¿por qué no resaltarlo?) española.
Y así llegamos por fin a lo que venía oculto tras tanta introducción, sólo al alcance de los que hayan tenido la paciencia de llegar hasta aquí: la recomendación de una curiosa novela gráfica que, como hemos dicho, se adentra en el mundo de las matemáticas. O, mas concretamente, en el mundo de los fundamentos de las matemáticas y que utiliza como narrador ni más ni menos que a Bertrand Russell (de quien ya hemos hablado en este blog gracias a su premio nobel). El nombre de esta historia es Logicomix y tiene su propia página web que podéis encontrar aquí (está en inglés, o si preferís francés aquí). Naturalmente en la página web podéis encontrar mucho material sobre cómo se hizo la obra, sobre los personajes que en ella aparecen y sobre los autores, pero para leer la historia tenéis que comprar el libro o visitar alguna biblioteca (actividades las dos bastante recomendables).
El texto de Logicomix, que por cierto, está editada en castellano por la Editorial Sins Entido, tiene dos autores: Apostolos Doxiadis, un licenciado en matemáticas por la Universidad de Columbia que consiguió un gran éxito con su novela El tío Petros y la conjetura de Goldbach (que utiliza una trama novelesca para hacer un repaso a la historia de las matemáticas), y Christos Papadimitriou, profesor de Informática de la Universidad de California. Los dibujos son responsabilidad del dibujante de origen griego Alecos Papadatos y su esposa, la francesa Annie Di Donna, como colorista de la obra, ambos con largas trayectorias en el mundo de la animación.
Pero no vamos a ponernos aquí a dar mucho detalle del libro. Hay un texto, largo pero muy interesante, del profesor de nuestra universidad Alfonso Jesús Población Sáez sobre este libro y sobre Bertrand Russell en la página web de Divulgamat. En la red podéis encontrar también recomendaciones del libro como la de este blog (de donde hemos sacado los escasos datos que hemos puesto de los autores) o noticias sobre su lanzamiento como esta que dieron en RTVE. Incluso algún sitio donde se dice que su contenido es filosófico en lugar de llamarlo matemático (es lo que tienen los fundamentos). Nosotros terminamos nuestros comentarios sobre esta novela gráfica, para insistir en que el asunto es matemático, con el dibujo de los principales personajes que aparecen en ella:
entre los cuales están, aparte de Bertrand Russell, los matemáticos David Hilbert, Henrí Poincaré, Kurt Gödel, Georg Cantor, Alfred N. Witehead, Gottlob Frege o John von Neumann (los forofos de la historia de las matemáticas, ¿sabrían reconocerlos (en el enlace, ver cast of characters)?).
PostData: Y ya que hablamos de cómics, de viñetas en general, tendremos que decir que hemos tenido la primera colaboración en nuestro blog, un cómic matemático que podemos encontrar en la red. Está en inglés, todo hay que decirlo, y tiene muchas viñetas de humor con bastante contenido matemático. No pongo el nombre de la colaboradora (a la que estamos muy agradecidos) porque hasta ahora no se me ha ocurrido pedirla permiso, que a lo mejor no quiere, y porque no sé si anima más a los posibles colaboradores si el que el nombre figure aquí o el que no. Pero insisto en agradecer la colaboración y en pediros a todos los lectores a que nos enviéis todo aquello que creáis que puede resultar interesante para los miembros de una sección de matemáticas. La dirección a la que enviarlo es
blogmatematicas.uva.aportes@blogger.com
y os aseguro que será muy bien recibido. Y nos vamos con una de las muchas viñetas que podéis encontrar en el enlace que nos han presentadoSobre el famoso problema de los siete puentes de Könisberg (hoy Kaliningrado). |