miércoles, 26 de octubre de 2016

( 269 ) Matemáticas de película


Bien sabido es que no todo en esta vida es trabajar, pero a algunos se nos hace difícil olvidarnos de las mates, incluso en nuestro tiempo libre. Por eso una buena solución puede ser ir al cine a ver un película de temática matemática. Sabiendo que este conjunto es bastante extenso hoy hablaré de la última incorporación: El Hombre Que Conocía El Infinito (The Man Who Knew Infinity) . La verdad es que llegué al cine arrastrado por otros adictos a estas cosas, sin saber casi de que iba el filme.
Inicialmente había pensado “vomitar” un montón de datos aburridos sobre la película pero he pensado que la gente no lee esto para quedarse dormida (al menos eso espero), de esta forma si alguien quiere informarse puede indagar por la red o ver el tráiler. Así que haré un pequeño resumen.
Al principio todos estábamos un poco perdidos, las imágenes nos transportaban a Inglaterra, y a continuación viajábamos a la India, a Madrás para ser más exactos. Allí conocimos al protagonista de la película: Srinivasa Ramanujan. Un hombre que escribía fórmulas en el suelo de un templo porque el papel en aquella época era un bien escaso. Ramanujan no era un matemático al uso. Era un autodidacta que utilizó lo que le enseñaron en la escuela para crear fórmulas, cantidades ingentes de ellas que, por otro lado, no demostraba ( o, si lo hacía, lo hacía a su manera). Es decir, él veía una fórmula en su cabeza y la copiaba. No se molestaba en probar si era correcta o no. Avanzada la película es él mismo el que confiesa que por las noches Namagiri, la diosa a la que adoraba su familia, es la encargada de poner las fórmulas en su mente.
Srinivasa Ramanujan
Volviendo a la historia, Ramanujan siempre había querido publicar sus descubrimientos, no para darse aires de grandeza, pues en la película le ponen como un hombre humilde, sino para poder darle una vida digna a su esposa. Tras muchos intentos encontró un trabajo de contable a las órdenes de un mercader extranjero, el cual consiguió convencerlo para que enviara carta algún matemático inglés en busca de ayuda para dar a conocer todo lo que había descubierto y... afortunadamente recibió respuesta.
Godfrey Harold Hardy

El susodicho era Godfrey Harold Hardy. Hardy era profesor en el Trinity College de Cambridge. Cuando recibió la carta pensó que solo se trataba de otro supuesto genio de las matemáticas que intentaba estafarle. Pero la simbología, la estructura, las fórmulas... eran distintas. Ni siquiera había demostraciones. Esto le chocó de sobremanera. Aquella misma noche Hardy llamó a su buen amigo Littlewood e intentaron hallar la fuente de toda aquella información. A su vez intentaron demostrar algunas de las fórmulas adjuntas a la carta y en la mayoría de los casos lo consiguieron.
Algún tiempo después, Ramanujan recibió respuesta: estaba invitado a viajar a Inglaterra para publicar sus investigaciones. Con toda la ilusión del mundo embarcó y se dispuso a conocer lo que sería durante los siguientes tres años su lugar de trabajo.
Desgraciadamente, lo que él imaginaba difería mucho de la realidad. Ramanujan tuvo no solo que demostrar sus fórmulas sino aprender a demostrar, cosa difícil sabiendo que el estaba acostumbrado a trabajar de otra forma. Esto provocó enfrentamientos entre Hardy y él. Para más inri, estalló la primera guerra mundial y su vida personal iba de mal en peor. Hasta aquí puedo contar, tampoco me gustaría destripar toda la historia por si algún lector esta interesado en verla.
Sé que no soy experto en estos temas pero personalmente la película me pareció buena, tanto que no hay persona a la que no se la haya recomendado. No tengo pegas de los actores, buenos diálogos y unas localizaciones excepcionales. No trata solo de matemáticas, también reflexiona sobre las religiones, la familia, el amor o el trabajo.
Con respecto a las investigaciones de Ramanujan, sus esfuerzos se centraron en la teoría de números. También estaba muy interesado en los números π, e y en los primos. Una de sus fórmulas mas famosas es la siguiente:
Con ella se pueden obtener 8 decimales de π en cada interacción. Además, en sus primero años consiguió obtener los 15 primeros decimales dela constante de Euler tras ahondar en la serie 1/n, e investigó los números de Bernoulli pensando que nadie había trabajado en ese campo.
Junto con Hardy trabajó en la función de partición P(n) obteniendo una fórmula asintótica capaz de dar el número de particiones de cada n entero. Esto fue respaldado por Rademacher en 1937. Esta parte queda reflejada en la película, proponiéndolo como reto a otro profesor.
Para acabar, una de las muchas anécdotas de la amistad entre Hardy y Ramanujan fue la del número 1729. El día que Ramanujan se disponía a volver a la India, decidió tomar el taxi de numero 1729. Hardy le preguntó el porqué de su elección, si dicho número, a su parecer era muy aburrido. Y Srinivasa le respondió: “¡Al contrario! El 1729 es el primer número primo capaz de escribirse como suma de dos cubos de dos formas distintas.” Y efectivamente, puede llegarse a él sumando 1^3+12^3 o 9^3+10^3. He aquí donde se ve que Ramanujan era un hombre especial (es decir un matemático), pues la gente de a pie solo se fija en el número del taxímetro.
Escena de la película

Si os habeis quedado con ganas de saber más sobre Hardy y Ramanujan os invito a visitar esta otra entrada a nuestro blog . 


viernes, 7 de octubre de 2016

( 263 ) Principio de un nuevo curso (con video final de regalo)

     Una vez más estamos empezando un nuevo curso. De nuevo las aulas se llenan de alumnos que escuchan con la avidez habitual las clases, también tan interesantes como todos los años, de los veteranos profesores (y entiéndase lo de "veteranos" como lo que es, una crítica despiadada a la política universitaria de los últimos años que ha eliminado completamente las nuevas contrataciones en la enseñanza superior con la excusa de las "debilidades financieras" del estado, un ataque sin pudor y sin remordimientos a esos recortes que, concebidos y defendidos por políticos sin imaginación y sin conciencia, están alejando de nuevo nuestro país de esos puestos punteros en investigación a los que parecía estar acercándose; seguramente no nos creían capaces de una crítica tan demoledora, no esperaban que nuestra voz se elevara de una forma tan certera y tan cruel, pero sí, lo hemos hecho, nos hemos elevado por encima de nuestros miedos y nuestra autocensura y hemos colocado el adjetivo preciso y venenoso, "veteranos", dejando al descubierto la incapacidad, la ineficiencia, la desidia de nuestra clase dirigente y la indiferencia culpable de nuestra sociedad en su conjunto que permite que de esta forma nos aparten de las cimas de excelencia a las que podríamos haber aspirado; afortunadamente está aquí este blog para traer a la palestra el deslumbrador y definitivo "veteranos" que, acompañando al sustantivo "profesores" pone de un solo golpe, aparentemente inofensivo pero terrible como el del sastrecillo de la fábula, las cosas en su sitio).
     Y como ya hemos hecho otras veces cuando el curso comienza escribimos un breve texto (y la brevedad no es óbice para que el texto sea a la vez, como lo es casi siempre en este blog, divertido, brillante y tal vez un poco autopropagandístico, porque si no nos hacemos publicidad nosotros... ¿quién nos la va a hacer?) para intentar captar nuevos colaboradores entre el público al que preferentemente se dirige este blog, que son los alumnos de la nunca suficientemente valorada sección de matemáticas de la ilustre facultad de ciencias de la clásica Universidad de Valladolid. Y aclaramos que lo de tildar de clásica a nuestra universidad no es idea de quien esto escribe (nos hubiéramos inclinado mejor por histórica, que también suena a viejo pero es más largo) sino que acaba de hacerlo nuestro rector en la presentación de los MOOCs a través de la plataforma miríada X, el paso que introduce nuestra universidad en el universo de las nuevas tecnologías (paso del cual este blog debía de ser apenas un pequeño anticipo).
      Pero nos desvíamos de nuestro tema, que lo que queremos es pedir colaboradores. Como ya dijimos en otra entrada que dedicamos al mismo tema (para qué vamos a volver a escribirlo si ya pensamos una vez cómo hacerlo; los matemáticos siempre que podemos nos remitimos a los casos ya conocidos):
      Ofrecemos un trabajo interesante y enriquecedor (ni que decir tiene que sólo en el aspecto cultural) y ofrecemos también, por gracia de la universidad, la posibilidad de ganar algún crédito en esta ingrata labor. Para animar a los posibles colaboradores, y dado que no podemos ofrecer más, vamos a explicar lo que pedimos. Por una parte nos gustaría tener unos pocos colaboradores que formen parte del comité editorial. Su misión es encargarse de que se publiquen con cierta regularidad las entradas de este blog, bien escribiéndolas o bien encontrando a otros alumnos que las escriban. Esto incluye también la organización del tipo de entradas que se quieren o la posibilidad de sugerir temas. Vamos a hacer también campaña en las clases, pero los que estén interesados y lean esto puden ponerse en contacto con nosotros enviando un correo electrónico a blogmatemáticas.uva@gmail.com indicandono su nombre, dos apellidos y el curso que estudian.
      Por otra parte, la posibilidad de escribir entradas no se limita a los miembros del comite editorial; animamos a todos los alumnos a que cuando encuentren algo que les pueda parecer curioso para sus compañeros del grado que escriban unas lineas para contarlo. Y al decir "algo" queremos ser especialmente abiertos, y tanto puede ser algún resultado matemático que les parezca interesante y que expongan con más o menos detalle, a su gusto, como puede ser alguna noticia que se relaciona con las matemáticas, o algún video que les resulte curioso, o algún chiste, o alguna página web, o algún libro digno de ser recomendado, etc... Quien se anime a escribir una entrada la puede enviar a blogmatematicas.uva.aportes@blogger.com y a esta misma dirección puede enviar sugerencias de temas si es que ha visto algo interesante pero no se anima a adornarlo con unas líneas.
     Y como esto es, basicamente lo que queríamos decir nos vamos a despedir ya. Pero para que no se diga que no hablamos de matemáticas nos despedios con un vídeo de esos que hemos encontrado por la red que demuestra de seis formas distintas en muy poco tiempo uno de los teoremas más famosos (y con más demostraciones distintas) de la historia de las matemáticas.


Hasta ahora no hemos conseguido mucha gente, 
a ver si esta vez se apuntan más voluntarios.